viernes, 7 de diciembre de 2012

Escribiendo un guión... (III)

Palabras de Michel Chion (pensando en Gonzalo y su tema del Doble...):

"Para el guionista, la cuestión, radica, pues, en determinar lo que considera esencial para no distraerse con preocupaciones vagas y secundarias, y saber en caso necesario aquello que deberá arriesgarse a pasar por alto (la fineza del análisis psicológico, la verosimilitud, la veracidad histórica, la intensidad dramática, etc.), y ello con el fin de realizar mejor su idea. Y también corriendo siempre el riesgo de obtener un guión por el contrario demasiado centrado, demasiado lineal, demasiado enfocado a una sola idea.

Tener en cuenta de manera constante la idea principal puede permitir hacer frente a los riesgos y a las dificultades que genera la relación de un guión, clasificándolos, jerarquizándolos. Muchas veces, por no saber separar lo importante de lo no importante, y a falta de soltura en el manejo de las reglas, los procedimientos y los trucos dramáticos, obtenemos un guión denso y consistente pero sin líneas de fuerza. Tener siempre en mente la idea inicial obliga a referir a ella sistemáticamente todos los datos con los que se enriquece la historia (detalles psicológicos, peripecias, ambiente de los lugares, tonalidad dramática de las escenas, etc.) para ver si refuerzan o por el contrario desdibujan la idea.

Así por ejemplo, cuando se pretende escribir un guión sobre el doble, no sólo es preciso que la idea del doble se postule en la intención del guionista y se afirme al inicio del guión, así como en las grandes líneas de la historia, sino también que esté presente en todos los detalles, en todas las peripecias. Nos damos cuenta de que hay mil ocasiones, en la invención de las acciones y de los caracteres, para olvidar, para obviar esa idea de partida; e inversamente, hay mil maneras de hacer que los detalles de cada escena, de cada peripecia, de cada personaje, sean útiles para ilustrar la presencia de ese tema, bien por refuerzo, bien por contraste.

Para otras películas, en las que cuenta el tono y no el tema, como suele ocurrir a menudo en las películas cómicas, hay que preocuparse del tono, del ritmo que hay que mantener, y es a éstos a los que habrá que referir las invenciones del detalle, la organización de las peripecias y la definición de los personajes. "


No hay comentarios:

Publicar un comentario