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lunes, 12 de noviembre de 2012
Notas sobre el realismo (Albert Camus)
"¿Qué hay mas real en nuestro universo, por ejemplo, que la vida de un hombre, y qué medio mejor para resucitarla que una película realista? Pero ¿en qué condiciones sería posible tal película? En condiciones puramente imaginarias. En efecto, habría que suponer una cámara ideal centrada, día y noche, sobre ese hombre, cuyos menores movimientos captaría sin cesar. El resultado sería una película cuya proyección duraría la vida de un hombre y que sólo podría ser vista por espectadores resignados a perder su vida para interesarse exclusivamente por los detalles de la existencia del otro. Pero aun en tales condiciones esa película inimaginable no sería realista. Por la sencilla razón de que la realidad de la vida de un hombre no se encuentra únicamente allí donde esté. Se encuentra también en otras vidas que dan forma a la suya, las vidas de sus seres amados, que deberían filmarse a su vez, así como las vidas de hombres desconocidos, poderosos o miserables, conciudadanos, policías, profesores, cmpañeros invisibles de las minas y de los talleres, diplomáticos y dictadores, reformadores religiosos, artistas que crean mitos decisivos para nuestra conducta, humildes representantes, en fin, del soberano azar que reina hasta sobre las existencias más ordenadas. Así pues, sólo hay una película realista posible; la que sin cesar es proyectada ante nosotros por un aparato invisible sobre la pantalla del mundo. El único artista realista, de existir, sería Dios. Los demás artistas son forzosamente infieles a lo real.(...) El arte, en un cierto sentido, es una rebelión contra el mundo en lo que tiene de huidizo e inacabado; no se propone, pues, otra cosa que dar forma a una realidad que, sin embargo, está obligado a conservar porque es la fuente de su emoción. A este respecto, todos somos realistas y nadie lo es. El arte no es ni la negación total ni el consentimiento a lo que es. Es al mismo tiempo negación y consentimiento, y por eso no puede ser sino un desgarramiento perpetuamente renovado. El artista se encuentra siempre en esta ambigüedad, incapaz de negar lo real y, sin embargo, eternamente dedicado a negarlo en lo que tiene de eternamente inacabado."
Renoir, el cine y la vida
"Lo importante es no creer que lo captamos todo de entrada. No sabemos nada. Hay que descubrirlo todo. Cada secuencia es una exploración (...) Es la regla número uno de cualquier arte: hay que permitir que el entorno nos conquiste. Y después quizá lo conquistemos nosotros. Hay que ser pasivo antes de ser activo.
Una película tiene que terminarla el público. Por eso la precisión absoluta siempre es peligrosa. Por otro lado, la imprecisión voluntaria también es peligrosa. Uno de los elementos del éxito es tener mucho que decir. Entonces, lo decimos, pero no lo decimos todo. Algunas cosas no llegamos a decirlas, o las olvidamos. O no encontramos los términos, o los movimientos de cámara, o la iluminación, o la interpretación adecuada... Entonces el público lo suple. Lo interesante es que cada espectador lo hace a su manera. En realidad, una película es tantas películas como espectadores haya. Si una buena película tiene mil espectadores, tenemos mil películas. Si no es buena, es precisa, y es la misma para todo el mundo. (...) El gran error de la industria del cine actual es la persecución de la perfección. A menudo se dice: los productores son innobles, desagradables, sólo piensan en dinero, en lo que es comercial... No es verdad. Yo digo que son los más desinteresados del mundo. Aman el cine con sinceridad. Lo que yo les reprocho es querer hacer películas buenas. Para mí, es ridículo, no se trata de hacer buenas películas... se trata de transmitir un poco de humanidad, de lo que creemos haber descubierto del espíritu humano o de una situación con personajes. Se trata del conocimiento del ser humano. La perfección técnica que pretenden los productores, con la intención sincera de producir una obra de arte, creo que es un inmenso error. Este producto perfecto al que no podemos añadir nada, termina aburriendo al espectador porque le damos demasiada perfección.
Uno de los inconvenientes de nuestra época es la soledad. Y la gente desea la soledad, creen que está bien la soledad... Uno se compra una casa en el campo y le parece maravillosa porque no hay nada alrededor Ni un gato, solo campos. No se dan cuenta de que en la vida lo interesante son los humanos. Encontrarse a un árbol no es interesante. El árbol puede ser magnífico, pero solo en relación con un ser humano. A mí, un árbol por sí solo no me dice nada. Me apasiona cuando lo relaciono con la gente que lo plantó, con la civilización de alrededor, con la gente de mi país, con mis evoluciones interiores o con recuerdos que me trae, pero por sí mismo no me interesa. Una de las formas de luchar contra el aburrimiento moderno es el arte, el arte es como un pequeño puente. El cineasta que tiene un poco de talento consigue trazar un puente entre la pantalla y el público. Así crean la película conjuntamente.
Algunos de mis colegas y yo tenemos la preocupación de que las cosas no parezcan separadas. Los hombres, los animales, los árboles, los estanques... El mundo es completo y cada elemento de este mundo condiciona a los demás."
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